El estudio es, ante todo, una virtud. Las virtudes son hábitos buenos que adquirimos mediante la repetición de actos, guiados por la inteligencia y aplicados por la voluntad. No es algo espontáneo o automático, ni tampoco una tendencia natural universal. Estudiar exige de cada persona el despliegue de una inmensa fuerza y el desgaste de una enorme energía que sean suficientes como para superar la tendencia que tenemos hacia la comodidad.
El estudio quita mucho tiempo, y esto es un problema para todo deportista. El golf tampoco es algo algo espontáneo y por eso exige de cada uno una motivación extra. El golf es otro arte, y como tal merece un tiempo y una dedicación para en un futuro poder triunfar. No es tarea sencilla.
Solo los mejores llegan a esta situación, compaginan el estudio y el golf con mucho esfuerzo sabiendo que el premio será grande, muy grande. Siempre estará la famila para decirte que es importante tener una carrera, unos estudios donde poder basarte si el golf no llega a donde tiene que llegar, unos estudios que hagan de ti una persona para merecer en futuro próximo.
Para poder practicar estas dos artes (estudiar, golf) existen centros de alto rendimiento donde se congregan jóvenes para mejorar el golf y a la vez ir estudiando. Pero estos no están al alcance de todos. Debes ser un buen jugador, y a la vez ir sacando los cursos año por año. Muchos que consiguen residir en estos centros se centran demasiado en el golf y acaban fracasando en los estudios. Muchos olvidan que lo primero es estudiar, confundiendo el estudio con la "vida del estudiante".
El fracaso el libre y un porcentaje muy elevado no hace ni una cosa ni otra. Abarcan mucho y al final se quedan sin nada. A veces es mejor centrarse solo en una cosa para reunir todos los esfuerzos en ello. Siempre con con esfuerzo y dedicación.